La losa reticular es un sistema aligerado que ayuda a reducir el peso en las construcciones sin sacrificar la capacidad de carga. Se trata, asimismo, de un tipo de obra que te permitirá lograr enormes espacios libres para negocios y almacenes. ¡Sigue leyendo y descubre todas sus ventajas, además de cómo se lleva a cabo el proceso constructivo de este elemento!
¿Cuál es la losa reticular?
La losa reticular es un tipo de losa nervada que recibe dicho nombre debido a que su proceso constructivo resulta en un patrón cuadriculado, o retícula, en la parte baja de la misma. Lo anterior se logra gracias a la distribución bidireccional de las trabes y vigas, es decir, un entramado de soportes transversales y longitudinales.
El diseño de la losa reticular es resultado del uso de casetones, desechables o permanentes, que sirven para reducir la cantidad de concreto utilizada durante el colado. Dichos casetones se producen comúnmente con poliestireno, material conocido como unicel, y que se destruye durante el proceso de remoción luego del desencofrado.
Ventajas de la losa reticular
La losa reticular o nervada como elemento estructural supone una serie de ventajas tanto para los constructores como para los dueños de los inmuebles en los que se implementa este sistema, así como para los ocupantes de los mismos. A continuación te mostramos algunos de estos pros, con el objetivo de que decidas si es la mejor opción para tu proyecto.
- Reduce el uso de concreto y cimbra durante la ejecución de las losas.
- Baja los costos de construcción de la estructura en general.
- Permite crear edificios más altos y ligeros que la losa maciza.
- Acelera los tiempos de construcción en una obra.
- Alta rigidez y gran estabilidad que soporta muy bien los movimientos sísmicos.
- Soportan más peso que una losa tradicional.
- También reduce el uso del acero de refuerzo.
Desventajas de la losa aligerada reticular
Por supuesto, como cualquier sistema constructivo, la losa reticular no es perfecta ni la solución a todos los problemas, y presenta ciertas desventajas que se deben considerar antes de decidir utilizarla. En seguida te mostramos un breve listado de los contras de la construcción de este elemento para que busques un equilibrio respecto a los puntos a favor.
- No está diseñada para soportar cargas puntuales, por lo que los pesos deben distribuirse sobre la losa.
- El diseño estructural es más costoso, pues requiere cálculos especializados para su elaboración.
- No se puede utilizar en zonas con pendientes.
- Requiere mano de obra profesionalizada para su ejecución, a diferencia de otro tipo de losas más económicas.
- Debido a su reducido peso no se puede utilizar en zonas ciclónicas.
- Requiere cimbra tradicional como losa maciza, esto puede elevar el costo en el caso de construcciones pequeñas.
- Incrementa la dificultad en la instalación de infraestructura para el edificio.
¿Qué medidas debe tener una losa reticular aligerada?
Las losas reticulares son elementos cuyas especificaciones dependen de cada proyecto en particular, por lo que no es posible establecer medidas estandarizadas de todos sus componentes. Existen por supuesto algunas excepciones, como lo que sucede con los casetones, cuyas medidas, que son casi siempre las mismas, se muestran en la siguiente tabla.
No obstante, es importante subrayar que incluso el espacio entre los casetones de este tipo de losa nervada debe ser establecido por el arquitecto o ingeniero calculista de la obra. En este sentido, otros elementos cuyas medidas deben ser calculadas por el experto que se encuentre a cargo del proyecto son las siguientes:
- Peralte de las vigas: mayor altura se traduce en más rigidez de la losa y mejor soporte de carga.
- Ancho de vigas: contar con más grosor eleva la rigidez de la losa y su capacidad de soporte, puesto que dejarla demasiado delgada puede producir pandeos.
- Separación de vigas: este cálculo determina los huecos que quedan en la retícula, entre mayor sea la separación de cada una, menor será la cantidad de concreto necesaria para la losa reticular; pero al mismo tiempo soportará menos carga.
- Espesor de capa de compresión: su importancia radica en que es la superficie que recibirá el peso de las cargas y se ocupará de distribuirlas por toda la losa.
¿Cuánto peso soporta una losa aligerada reticular?
Se estima que una losa reticular puede soportar entre 270 y 400 kg/m2, según el diseño especializado de la misma, esto considerando que puede ir desde los 17 hasta los 30 centímetros de espesor. Sin embargo, recordemos que es solo una de las diferentes formas de las losas aligeradas, cada una de ellas tiene sus particularidades y límites de carga.
¿Cuándo usar losa reticular?
Más allá de las ventajas que te presentamos con anterioridad, existen sin duda ocasiones particulares en las que conviene elegir la losa reticular por encima de otras opciones, como en los casos que te describimos a continuación.
- Cuando existe una vibración constante en la zona de construcción.
- Cuando se requieren espacios con pocas columnas de soporte para obtener claros largos o en la construcción de voladizos.
Por otra parte, en la siguiente lista se encuentran algunas edificaciones en las que, regularmente, se opta por la construcción de este sistema aligerado:
- Diseño de centros comerciales
- Estacionamientos
- Edificios escolares
- Auditorios o salones de conferencias
Como te estarás dando cuenta, si no es que ya lo sabías, este tipo de losa es más común de lo que muchas personas creen, aunque la presencia de la misma es algo que no siempre se nota, ya que no en todos los casos que hemos descrito se deja expuesto su llamativo diseño reticular.
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¿Cuál debe ser el claro máximo para una losa reticular?
A detalle, la losa reticular es capaz de cubrir claros de hasta 10 metros antes de necesitar el apoyo de una columna, lo que supone un área libre de obstáculos significativamente más grande respecto a lo que se consigue con otras losas, como la maciza o alguna otra de concreto reforzado.
En algunos casos específicos se admiten losas reticulares para claros de 12 o 16 metros, pero son situaciones excepcionales en las que la capacidad de carga de este elemento se ve muy disminuida con tal de asegurar su funcionalidad e integridad.
Losa reticular: proceso constructivo
El proceso constructivo de una losa reticular se puede resumir en 8 pasos esenciales, mismos que comparten muchas similitudes con otro tipo de losas. Así que presta mucha atención porque a continuación te presentaremos cada uno de ellos de forma breve y muy clara.
- Paso 1: La cimbra
- Paso 2: Cerramiento y encofrado
- Paso 3: Armadura de la losa
- Paso 4: Los casetones
- Paso 5: Servicios
- Paso 6: Malla electrosoldada
- Paso 7: Colado del concreto
- Paso 8: Desencofrado
El montaje de la cimbra se realiza con total normalidad, como se haría para gran parte de los tipos de losas conocidos. Se utilizan los puntales para sostener las madrinas, mismas que soportan los largueros y estos apoyan la madera de contacto para el concreto y todos los demás elementos.
La estructura temporal se mantiene en su lugar con ayuda de las orejas, los contraventeos y se coloca sobre riostras para distribuir el peso y no dañar las losas inferiores. Por último, los ajustes en la altura se realizan al introducir cuñas bajo los puntales hasta que todo quede nivelado.
Depende por completo de las condiciones de la obra; si ya existen las vigas y trabes por los lados, entonces solo hará falta el encofrado. Por otro lado, si no las hay, habrá que realizar sus armaduras para crear las cadenas de cerramiento e incluirlas en este paso.
Ahora es momento de colocar las armaduras para las vigas y trabes, también llamadas nervios o nervaduras, que conforman la losa reticular, estas quedan de manera transversal y longitudinal, por lo que ya es posible apreciar la forma de la cuadrícula.
Las vigas y trabes para este sistema de construcción suelen requerir dos varillas, una superior y otra inferior, mismas que se sostienen en su lugar con ayuda de alambrón o alambre recocido. Sin embargo, algunas variantes llevan una tercera varilla corrugada en medio para elevar su resistencia y rigidez, lo que eleva su capacidad de carga.
Los casetones tienen medidas estandarizadas que se deciden según el cálculo de la estructura, la elección corresponde al trabajo conjunto del ingeniero y el arquitecto. El espaciamiento deberá respetar el grosor calculado para las vigas y trabes, y debe ser lo más exacto posible para no poner en riesgo la estructura.
En este punto se coloca toda la instalación e infraestructura necesaria, como el cableado, tuberías de gas o agua, drenajes y telecomunicaciones. Se acomodan en ciertas vigas y trabes que fueron elegidas desde su diseño especialmente para este propósito, con el fin de no comprometer la estructura. Tampoco se colocan en trabes de cerramiento o columnas por la misma razón.
Arriba de todo lo anterior, se instala malla electrosoldada sobre algunas silletas o calzas para darle la altura adecuada, este material le dará resistencia a la capa de compresión. Es importante porque ayudará a prevenir las grietas y fisuras causadas por los cambios en la temperatura.
Es momento de seguir con el colado del concreto, esta mezcla se produce con arena, grava, agua y cemento. Durante este proceso es muy importante realizar un vibrado del material para asegurar que no existan burbujas en las vigas y trabes de la losa reticular, de lo contrario esta quedaría inutilizable en cuanto endurezca.
Pasado el tiempo de fraguado, que suelen ser poco más de 21 días, se retira la cimbra y el encofrado. Si el diseño así lo contempla, también se remueven los casetones para revelar la característica apariencia de la losa reticular. Después de este punto sigue el curado de concreto, que consiste en mantener un ambiente húmedo por 7 días consecutivos.
Una vez terminado el proceso de curado, la losa reticular está lista para ser utilizada y aguantar peso. Solo recuerda que no soporta cargas puntuales como maquinaria o equipo pesado, por lo que no es recomendable utilizar este sistema en un entorno industrial.
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