Como sabrás, la cimentación es esencial en todo tipo de proyecto constructivo, ya que se encarga de transmitir de manera uniforme las cargas estructurales al suelo, evitando hundimientos con el paso del tiempo o colapsos ante sismos.
En este sentido, existen diferentes tipos de cimentación, y la elección de uno u otro depende de las cualidades tanto de la edificación como del terreno donde se planea construir. Estos se clasifican según su profundidad: cimentación superficial, profunda y semiprofunda, de los cuales se derivan diferentes subtipos. Y en este artículo repasaremos la información clave sobre estos elementos.
Cimentación superficial
La cimentación superficial o directa se caracteriza por su profundidad reducida de entre los 0.50 y 4 metros, así como por la anchura de su base, la cual se determina a partir de las cargas que deba soportar. Esto le permite distribuir las cargas totales de la construcción de manera uniforme sobre terrenos compactos. Su profundidad varía según el tipo de suelo y la carga estructural.
Las cimentaciones directas se utilizan en suelos con alta capacidad portante, como lo son los calizos y pedregosos. Asimismo, soporta las cargas sin riesgo de asentamientos diferenciales que afecten la estabilidad estructural. A su vez, existen diferentes tipos de cimentaciones superficiales con características específicas. A continuación te presentamos cada uno de ellos.
Cimentación por zapata aislada
Esta cimentación superficial transmite cargas puntuales de columnas y pilares al suelo. Según su ubicación, puede ser centrada, medianera o esquinera. En caso de que esta clase de cimientos ocupe más del 30 % del área de planta en un suelo compresible, es aconsejable usar zapatas combinadas en su lugar.
Zapatas combinadas o corridas
La zapata corrida forma parte de las cimentaciones superficiales que vinculan estructuralmente dos o más columnas para optimizar la transmisión de cargas. Se usan cuando los pilares están cerca o cuando el peso de la edificación no permite el uso de zapatas aisladas. Por esta razón,son ideales para muros o edificaciones con varias columnas alineadas a corta distancia.
Zapatas medianeras
Las zapatas medianeras son un tipo de cimentación aislada diseñada para soportar cargas excéntricas (no centradas). Se caracterizan por su columna ubicada cerca de uno de sus bordes. Además, se construyen en el perímetro de la construcción, pero no en las esquinas, como ocurre con las zapatas esquineras.
Losas de cimentación
Las losas de cimentación, reforzadas con varilla corrugada o malla electrosoldada, son placas de hormigón armado apoyadas sobre el terreno; distribuyen las cargas del edificio sobre toda la superficie de apoyo, minimizando los efectos de movimientos diferenciales del suelo. Esta cualidad las hace ideales para terrenos con estratificación desigual.
Cimentación de mampostería
La cimentación de mampostería, común en construcciones antiguas, se emplea en terrenos con buena capacidad portante. Se compone de piedra, ladrillo o bloques unidos con mortero o concreto. Antes de su implementación, es fundamental evaluar los asentamientos permisibles para garantizar la estabilidad estructural.
Cimentación profunda
Las cimentaciones profundas se utilizan para transferir las cargas de la estructura a una capa más resistente del suelo, misma que se encuentra a profundidades que generalmente superan los 4 metros. Son necesarias en edificaciones pesadas o terrenos con capacidad de carga limitada. A continuación hablamos sobre los subtipos derivados de esta cimentación y sus características.
Pilotes prefabricados
Son cimentaciones compuestas por ciertos elementos de acero corrugado y hormigón que, en conjunto, presentan las propiedades mecánicas necesarias para resistir con eficacia tanto las cargas verticales como horizontales. Se emplean para los tipos de suelo I y II, los cuales no tienen la capacidad portante suficiente como para soportar edificaciones.
Pilotes in situ
Los pilotes in situ son un tipo de cimentación profunda que se construye directamente en el terreno de trabajo, lo que permite una mejor adaptación a las condiciones del subsuelo. Son ideales para estructuras pesadas como edificios de gran altura o puentes que requieren una base resistente y segura, minimizando el riesgo de asentamientos diferenciales.
Cimentación por micropilotes
Las cimentaciones por micropilotes son una excelente alternativa para evitar problemas de asentamiento en terrenos donde la humedad puede llegar a variar; por ejemplo, suelos arcillosos. Estos elementos de realce se encargan de distribuir las cargas de las construcciones a capas más profundas del suelo donde los niveles de humedad son más estables.
Muros pantalla
Superficie vertical de hormigón armado que se moldea en el terreno para estabilizar excavaciones profundas y soportar cargas principalmente en suelos poco compactos o con presencia de agua, aunque se puede emplear en toda clase de suelos. Es común en la construcción de estaciones subterráneas, edificios, estacionamientos, tanques, presas, entre otros.
Cimentación semiprofunda
Las cimentaciones semiprofundas se emplean cuando el terreno no ofrece suficiente capacidad de carga en la superficie, pero no requiere una cimentación profunda. Se excava hasta un estrato más estable que soporte la estructura de forma segura. Dentro de esta categoría se incluyen dos tipos de los que hablamos a continuación.
Pozos de cimentación
Siguen el mismo principio que los pilotes, con la diferencia de que cuentan con un diámetro mayor. Se construyen in situ, mediante un proceso que comienza con la excavación controlada hasta alcanzar la profundidad que se desea, la cual varía según las condiciones del suelo. Una vez conformado el pozo, se refuerzan las paredes del mismo con una capa de concreto armado.
Los pozos de cimentación son ideales para suelos blandos, ya que permiten soportar cargas horizontales o inclinadas adicionales a la carga vertical.
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