Un muro de contención desempeña un papel fundamental para una gran cantidad de edificaciones de diversos tipos y tamaños, principalmente en cuanto a la seguridad de toda la estructura, pero también, aunque en menor medida, en lo que tiene que ver con la estética de la misma. ¡Continúa leyendo y descubre la clasificación de estos elementos, además de cómo se lleva a cabo su construcción!
¿Cuál es la función de un muro de contención y en dónde se utiliza?
Un muro de contención actúa como soporte horizontal y ayuda a evitar el deslizamiento de tierra por lluvias, temblores y derrumbes, así como por otros factores ambientales, lo que contribuye a mantener la estabilidad de diversas obras. Se trata, por otra parte, de un elemento que se implementa en edificaciones como las siguientes:
- Casas de uno o varios pisos
- Centros comerciales
- Torres de departamentos
- Carreteras
- Estaciones de metro
- Paraderos de camiones
- Sótanos
- Estacionamientos subterráneos
De esta manera, en toda obra que requiera la excavación del suelo para construir por debajo de ella, es necesario contar con muros de contención para garantizar la seguridad de las personas dentro del espacio.
Tipos de muros de contención
Los diferentes tipos de muro de contención se categorizan de diferentes maneras, por lo que es importante conocer cada uno de ellos para tener noción de cuál se adaptará mejor a las necesidades de cada proyecto. En este sentido, a continuación te presentamos la principal clasificación de estos elementos, de acuerdo a su estructura y funcionamiento:
Muro de contención de gravedad
Se le podría considerar el muro de contención “típico”. Utiliza su propio peso de manera vertical para detener el empuje horizontal de la tierra y se elabora principalmente a partir de concreto, aunque también se puede utilizar piedra. Se caracteriza por ser de los mas resistentes, robustos y de mayor volumen.
Muro de contención de semigravedad
Los muros de contención de semigravedad (similares en apariencia a los de gravedad, solo que más pequeños), requieren de una estructura de varilla corrugada, dado que, por su tamaño, necesitan mayor apoyo para soportar los esfuerzos por flexión.
Muro cantilever
A diferencia de los dos anteriores, este muro de contención se compone de dos partes: tallo y cimiento. El tallo sostiene la tierra, mientras que el cimiento va enterrado al suelo, lo que aumenta su resistencia.
Muro de bandejas
Los muros de contención de este tipo tienen repisas o bandejas de diferentes alturas en la parte trasera del tallo, las cuales evitan que la tierra venza a la estructura. Su configuración es la más compleja debido a sus detalles, pero es la más recomendada para las edificaciones de gran tamaño.
Muro en voladizo
El muro en voladizo se construye a partir de mampostería reforzada u hormigón armado, prefabricado o pretensado. Sin embargo, lo importante es que tengan un tallo en forma de T o L que conecte con la cimentación, una forma que contrarresta el volcamiento al darle estabilidad al suelo.
Muro de contención con contrafuerte
Como su nombre indica, este tipo de muro de contención cuenta con placas verticales en la parte exterior del tallo, conocidas como contrafuertes. Estos últimos refuerzan el muro al reducir la tensión entre la losa y la base.
Muro de contención apilado
Este tipo de muro también se conoce como muro de contención de block; se fabrica con pilotes de concreto reforzado que se ponen uno sobre el otro; además, no se necesita excavar mucho para que tome fuerza frente a la tierra. Una de sus características favorables es que altera muy poco el ambiente donde se construye.
Muros mecánicamente estabilizados
Se trata de los muros de contención más económicos, puesto que deben rellenarse con granula y reforzarse con mallas, ya sean de plástico o metálicas. Es utilizado en obras públicas por su bajo costo y su poca necesidad de mantenimiento.
Muro de contención de cribas
Este muro de contención, conocido también como muro de jaula, está hecho con celdas de concreto o madera rellena de granula. Aunque tiene similitudes con el de gravedad, el muro de cribas es más económico y no es recomendable para alturas superiores a los 7 metros.
Descubre más sobre los distintos tipos de muros de contención y sus aplicaciones en nuestro video a continuación.
Antes de pasar al siguiente apartado recuerda que existen otro tipo de clasificaciones para estos elementos, como la que los engloba de acuerdo al material del que están hechos: concreto, block, muro de contención de piedra y muro de contención de mampostería..
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¿Cómo hacer un muro de contención?
Aunque cada obra es distinta y todos los procesos constructivos dependen de una gran cantidad de factores, a continuación presentamos una lista de pasos en la que se describe el procedimiento general para llevar a cabo la construcción de un muro de contención.
- 1. Realiza una excavación en el área en donde se colocará el muro de contención. La profundidad dependerá del tipo de elemento, aunque debes considerar mínimo 80 centímetros. Asegúrate de que el fondo de la zanja esté parejo y libre de basura inorgánica, raíces o restos de animales, ya que la presencia de los mismos puede provocar un colapso en el futuro.
- 2. Elabora una mezcla de hormigón pobre o una simple combinación de cemento y arena que te servirá para elaborar la base del muro en el siguiente paso. Las proporciones adecuadas para llevarla a cabo deberán ser indicadas por la persona encargada de la obra.
- 3. Vierte dentro de la excavación, asegurándote de cubrir todo el fondo de la misma, la mezcla de concreto pobre. Deberás formar una pequeña capa en cuya superficie plana se colocará el acero de refuerzo, como se explicará en los siguientes pasos.
- 4. Distribuye diversos dados de concreto pobre sobre la superficie plana anteriormente descrita.
- 5. Coloca sobre los dados la malla electrosoldada que servirá para formar la cimentación; de esta manera la parrilla podrá ser cubierta totalmente por el concreto más adelante. Y no olvides que en este momento deberás colocar también el acero de refuerzo del muro.
- 6. Lleva a cabo el encofrado de la cimentación a partir de una o varias tablas de madera sostenidas por pequeños puntales.
- 7. Realiza una mezcla de concreto a partir de 1 saco de cemento gris, 2 botes de agua, 4 botes de arena y 6 botes de grava.
- 8. Vierte la mezcla de concreto para la cimentación dentro del encofrado realizado en el paso 6.
- 9. Espera a que el concreto se seque, lo cual tarda aproximadamente un día, y retira el encofrado de la cimentación.
- 10. Lleva a cabo el encofrado para el acero de refuerzo del muro, también a partir de tablas y puntales más grandes. Verifica que este molde quede separado del acero refuerzo; para ello puedes utilizar dados de concreto pobre.
- 11. Realiza una mezcla de concreto con las mismas proporciones que utilizaste para la cimentación y viertela dentro del encofrado del muro. En este paso puedes utilizar un vibrador de concreto para asegurarte de que la mezcla se distribuya de la mejor manera.
- 12. Espera nuevamente un día a que el concreto esté seco y retira este segundo encofrado previo a la realización de los siguientes pasos.
Toma en cuenta que los pasos 13, 14 y 15 de este procedimiento solo se deben llevar a cabo bajo circunstancias especiales en las que se esté llevando a cabo la construcción de un muro de contención de grandes dimensiones.
- 13. Apuntala el muro con un pequeño monte de tierra para evitar la falla de este elemento por empuje.
- 14. Repite el procedimiento a partir de excavaciones alternas a lo largo de todo el perímetro en el que se vaya a construir el muro, ya que si no lo haces de esta forma corres el riesgo de un derrumbe, porque el peso no está distribuido.
- 15. Al momento que tengas hechas las partes alternas puedes quitar los espacios de tierra sobrantes y repetir el procedimiento nuevamente hasta tener el muro completo.
No olvides que antes de llevar a cabo la construcción de todo tipo de muro debes asegurarte de que un profesional determine ciertos aspectos en los que solo su formación y experiencia le permiten intervenir. Asimismo, te recomendamos solicitar asesoría sobre la viabilidad de cada uno de los pasos descritos en este artículo.
¿Cuánto es el espesor de un muro de contención?
Algunos expertos opinan que el espesor de un muro de contención debe de ser de al menos de 30 centímetros. No obstante, otros profesionales dejan muy en claro que el cálculo depende de otras variables, por ejemplo: 8 centímetros (cm) para edificios hasta de cinco pisos, 10,5 cm para edificios hasta de nueve pisos y 20 cm para muros de contención de sótanos y estacionamientos.
Ventajas de los muros de contención
Además todo lo que se ha dicho sobre los muros de contención y su importancia para la construcción de diversos inmuebles, existen ventajas de estos elementos de las que no suele hablarse comúnmente. A continuación te las presentamos.
- Previenen la erosión del suelo: los muros de contención contribuyen a reducir el paso del agua a través de la tierra, por lo que brindan una protección importante frente a la erosión.
- Protegen a las obras de inundaciones: estos muros son capaces de impedir la inundación de una casa, al evitar que una corriente o acumulación de agua lleguen hasta la fachada de la misma.
- Aumentan el valor de la obra: los muros de contención funcionales y con un diseño atractivo pueden añadir un gran valor a la propiedad de la forma parte.
- Se construyen de manera sencilla: los muros de contención son construcciones que se pueden llevar a cabo con poco personal y no muchos materiales, siempre que se trate de un elemento relativamente pequeño.
Antes de llegar al final de este artículo recuerda que para elaborar un muro de contención necesitarás cemento y acero corrugado de la más alta calidad. Así que si deseas solicitar una cotización gratuita de estos materiales solo debes ponerte en contacto con una ejecutiva de ventas de Max Acero Monterrey, a través del número 55 5888 5454 o mediante WhatsApp.
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